En ninguna otra parte
de Latinoamérica le llaman quesillo al quesillo. A unos amigos colombianos se
los explicaba –en su patria– como un flan de huevo, leche y azúcar. Y así,
llegó abril y con él la primavera, el cumpleaños de sultanito, perencejo,
fulanito, mi mamá y las elecciones (otra vez) presidenciales (otra vez) en
Venezuela.
11 de abril. Mi mamá
dice querer torta de auyama. Vaya que es difícil cumplir años en abril. Mis hermanas
se preparan con dos meses de anticipación para la torta. Vaya que es difícil
cumplir años el 11 de abril en Venezuela. Mis hermanas me textean: “haz tú el
quesillo”. No soy tan precavida como ellas, así que no me preparé con
anticipación. Voy a cuanto supermercado, abasto y farmacia todera haya en el
camino. No hay leche. No hay azúcar. No hay huevo. El cartón de huevo está a
80. No hay leche en polvo. Hay leche para niños de 1 a 3 años. Hay leche
descremada. No hay huevo. Señor, ¿vende los huevos detallados? No hay azúcar tampoco
harina, así que no sé cómo harán la torta. Si no hay nada, ¿cuánto cuesta una
torta en la panadería? Debe ser como comprar caviar.
Aquí hay crisis
cuando el quesillo está en crisis. No hay leche. No hay azúcar. No hay huevo. Esta
es la crisis del quesillo. Habrá que inventarse nuevos dulces. Mamá, feliz
cumpleaños: ahí te llevo tu lata de leche condensada.
P.D.: encontré harina
pan en la búsqueda de leche, azúcar y huevo.
señor; Hay jabón? si, jabón azul! los demás colores también están escasos =P
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