lunes, 8 de octubre de 2012

Mientras el mundo se cae a pedazos (no vine a divertir a tu familia)

Trataré de ser breve. Rodolfo Rico (@rodoarico) acaba de tuitear “uno de los problemas que tenemos es que no tenemos intelectuales, sino comparsas”. Somos un país de cobardes que se esconden bajo el humor y los memes, detrás de sacarle un chiste a todo nadie es un verdadero líder ni un verdadero revolucionario. Estamos cómodos en nuestra situación de quejarnos y victimizarnos desde el sillón de la casa. Es mejor malo conocido que bueno por conocer, es mejor esperar que ser un reaccionario supuesto marginado que quiere las cosas diferentes, de esos que son tan famosos en el país y los vemos tan lejanos, tan distantes, como si nunca hubieran existido en Venezuela y ya hasta los estamos olvidando.

Quizás seamos de los que necesitan héroes anónimos y pasemos toda la vida dando gracias a la virgencita por ellos, pero nosotros no somos héroes de nuestra propia vida. No me dejo de asombrar, y ya no sé si eso es bueno o malo. Cabrujas, (suspiro) y pienso en una conclusión muy básica que está en nuestras narices: la televisión, los medios, el país, la política, la calle, las relaciones, la familia, la universidad, la venta de zapatos, las misses están en crisis porque la telenovela está en crisis. Estamos olvidando como ser latinoamericanos. Ya no hay quien se queje EN SERIO ni a través de los melodramas de la hora estelar. Y eso en este país es crisis, hermano. La telenovela es nuestra cara, nuestra personalidad, nuestra realidad, sufrimiento, abismo, espejo, espera, esperanza, torpeza, angustia y verdad. Y ya no dice nada ni la de las 9 ni la de las 10 pm. Ya no somos el país de las novelas; ahora sí solo tenemos peloteros y misses (que al parecer son pseudo muñecas de la mafia).

Disculpen si se sienten ofendidos con esto. Pero no se los decía a ustedes, me lo decía a mí misma. Mario García (@mario_r_garcia) fue el único de los quejosos de ayer que se atrevió (y yo me atreví a leer) que cada país tiene el gobierno que merece… quizás debamos leer esta nota oyendo "Al lado del Camino" de Fito Paez y, quizás, cuando termine la canción tengamos ganas de volver a ser latinoamericanos y volver a escribir nuestras telenovelas (o nuestra historia y nuestras verdades). Somos un pueblo de cobardes.